Más de 29 años, el colegio ha graduado 28 promociones, dejando una huella perdurable en la educación local.
En 1995, el sueño de Rosa Elena González Romero tomó forma en una casita blanca al lado del río Juan Amarillo en el barrio Bilbao. Fue aquí, en este rincón idílico, donde la primera semilla del Colegio Reina de Gales fue sembrada. A medida que el barrio crecía a su alrededor, el colegio también florecía, convirtiéndose en una parte integral del tejido comunitario.
Su sueño no se limitaba simplemente a la academia; más bien, era una aspiración audaz de formar individuos íntegros, capaces de contribuir positivamente a la sociedad. Rosa Elena se propuso no solo impartir conocimientos, sino también moldear el carácter y el proyecto de vida de niños y jóvenes, guiándolos hacia un futuro donde pudieran tomar decisiones informadas y beneficiar a sus familias, comunidades y al país en general.
El imparable aumento en el número de estudiantes desencadenó la urgente necesidad de ampliar la infraestructura educativa. En un giro trascendental en 1999, el Colegio Reina de Gales logró la adquisición de un edificio propio, ubicado estratégicamente en el Barrio Bilbao, próximo al sector actual de Fontanar del Río.
En ese mismo año, se formalizó un crucial contrato de prestación de servicios con la Secretaría de Educación del Distrito Capital. Este acuerdo no solo consolidó la participación activa del colegio en el Proyecto 4248 de la Alcaldía Mayor de Bogotá, conocido como Subsidio a la Demanda Escolar, sino que también abrió las puertas a estudiantes desde Transición hasta grado Once. Este hito no solo marcó el comienzo de una nueva fase en la evolución del Colegio Reina de Gales, sino que fortaleció de manera significativa su arraigo y compromiso con la comunidad local.
Con una historia de 29 años, el colegio ha graduado 28 promociones, dejando una huella perdurable en la educación local. Con un promedio de mil estudiantes graduados, el Colegio Reina de Gales ha contribuido significativamente al desarrollo de Colombia a través de sus graduados, quienes hoy desempeñan roles destacados en diversos ámbitos de la sociedad.
Hoy en día, varios de sus exalumnos lideran exitosas empresas, convirtiendo al barrio Bilbao en un sector seguro y en constante progreso. El impacto de estos emprendedores no se limita solo a lo económico; también ha transformado la comunidad, generando oportunidades y mejorando la calidad de vida para todos.
El año 2020 trajo consigo desafíos sin precedentes con la llegada de la pandemia del COVID-19. En respuesta a este cambio de paradigma, el colegio, bajo la dirección visionaria de Rosa Elena González Romero, transformó su modelo pedagógico. Pasó de ser un colegio tradicional a adoptar una enfoque pedagógico 4.0 y una firme dedicación a la formación humana.
La adaptabilidad del colegio, evidenciada por su reciente transición hacia la pedagogía 4.0 y su enfoque en la formación humana, continúa impulsando a los estudiantes hacia el éxito en un mundo cada vez más dinámico. El Colegio Reina de Gales sigue siendo un faro de innovación educativa, guiando a las nuevas generaciones no solo hacia el logro académico, sino también hacia el florecimiento de habilidades emprendedoras que impactan positivamente en la sociedad y la economía del país.
Esta evolución pedagógica no solo fue un ajuste a las circunstancias, sino una respuesta audaz para preparar a los estudiantes para los desafíos del siglo XXI. El Colegio Reina de Gales ha graduado tres promociones desde el inicio de esta transformación, destacándose por sus excelentes resultados académicos y su enfoque en el desarrollo integral de los estudiantes.
Hoy, el Colegio Reina de Gales continúa siendo un faro de innovación educativa y formación humana. Su compromiso con la excelencia, la adaptabilidad a los tiempos cambiantes y el impacto positivo en la sociedad son testamentos vivos de la visión y liderazgo de Rosa Elena González Romero. Con una mirada hacia el futuro, el colegio sigue guiando a sus estudiantes hacia el éxito y el servicio a la comunidad, manteniendo vivo el legado iniciado hace casi tres décadas.